Descripción del estudio
El estudio El regadío murciano, problema nacional (de Torres Martínez, et al., 1959 ─1ª edición─, 1961 ─2ª edición─)[1], publicado en 1959, plantea la necesidad del trasvase desde el Tajo para fomentar el desarrollo del regadío en Murcia, enfocándolo principalmente hacia las exportaciones para equilibrar la balanza de pagos o saldo importación/exportación[2]. El contexto es un cambio de modelo económico, en el cambio de la autarquía al comienzo del aperturismo, con una serie de fuertes ajustes sociales y económicos.

El estudio fue dirigido por Manuel de Torres Martínez[3] , catedrático de teoría económica de la universidad de Madrid, académico de Ciencias Políticas y consejero de Economía Nacional, con la colaboración de Gonzalo Arnáiz Vellando, José García de Andoain Pinedo, José Joaquín Arias Quintana y Agustín Cotorruelo Sendagorta.
El punto de partida del estudio cosiste en comparar los rendimientos brutos de secano y regadío por hectárea de seis provincias, representativas de diversas cuencas. Posteriormente calcula la diferencia, que representa el rendimiento que se gana por cada hectárea de secano que se transforma en regadío. Los resultados de esta comparación se muestran con claridad en el gráfico 6 del estudio (reproducido en la Figura 279).
En los resultados del estudio, el mayor rendimiento bruto de regadío, y a la vez el menor del secano, se da en la provincia de Murcia, de manera que la diferencia ─el incremento del rendimiento bruto de la transformación del secano al regadío─ es mayor en Murcia que en cualquiera de las otras cinco provincias estudiadas.
Por tanto, en una política tendente a maximizar la producción para su exportación, el estudio postula el mayor interés en transformar el secano a regadío en Murcia, que presenta con diferencia el mayor incremento de rendimiento bruto. El problema para hacerlo realidad es la escasez de recursos hídricos, para lo que se plantea retomar la idea de Manuel Lorenzo-Pardo del trasvase desde el Tajo, con una finalidad similar en cuento a su finalidad ─aumentar las exportaciones─, pero difiriendo en el alcance, que pasa de ser todo el levante a la provincia de Murcia, pues tienen grandes zonas para poner en regadío que repercute en menores costes de transformación. Como razonamiento lateral, el cálculo del rendimiento bruto de la transformación en regadío en Murcia es casi el doble del calculado para la provincia de Toledo, planteando la reducción de los planes de transformación en regadíos en Toledo para aumentar los de Murcia[4].
El estudio no es ajeno a las prevenciones sobre un trasvase desde el Tajo que figura en el PGOP1940, dedicando bastante espacio a intentar justificar que estaban ya superadas.
Comentarios
Se trata de un trabajo de envergadura, con multitud de tablas, gráficos y estadísticas. Una labor encomiable en unos tiempos sin las facilidades que da la informática hoy en día. Se trata de un trabajo finalista, no escondido, expuesto en el título.
A pesar de la complejidad numérica que maneja, no contempla el problema en su globalidad, dejando al margen conceptos como la imputación del coste de la infraestructura o los aspectos económicos sociales en la cuenca cedente. Tampoco tiene en cuenta, aunque era algo habitual en el momento del estudio, la afección ambiental.
Lo justifica en un contexto de perentoria necesidad de incrementar la producción y las exportaciones de manera inmediata, para equilibrar la balanza comercial, sin tener en consideración el tiempo que se tarda en tener la estructura operativa y en funcionamiento. Así, cuando las aguas del Tajo empiezan a llegar al Segura veinte años después el escenario económico y político era muy diferente. Este ventajismo histórico no ha de entenderse tanto como una crítica al trabajo de otro tiempo, sino como una reflexión general sobre las concepciones de las grandes obras.
Cierto que son conceptos difíciles de cuantificar, pero ello no significa que carezcan de importancia o que no existan. Con toda seguridad, si se hubieran tenido en cuenta en el momento de realizarse el estudio, las recomendaciones hubieran sido distintas, en el sentido en el que hubiera sido preferible desarrollar regadíos menos rentables, pero cerca del origen del agua y con mucho menor tiempo de puesta en funcionamiento, logrando además un desarrollo económico en provincias que presentaban en ese momento PIB per cápita más bajo que en Murcia.
Dejando al margen estos comentarios, se trata de un trabajo con repercusión en su momento, avalado por el prestigio reconocido, especialmente del director del trabajo, pero también de los colaboradores. Puede pensarse que este estudio ayudó significativamente a que la recuperación de la propuesta del ATS pasara del ámbito de la provincia de Murcia al de los servicios técnicos del Estado.
Bibliografía
ABC, 1960. Obituario de D. Manuel de
Torres Martínez. ABC, 30 9, p. 39.
Disponible en: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1960/09/30/039.html
Calvo
García-Tornel, F., 2006. Sureste español: regadío, tecnologías hidráulicas y
cambios territoriales. Revista electrónica de geografía y
ciencias sociales, Vol.
X, núm 218 (04)(Vol. X, núm 218 (04)).
Disponible en: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-218-04.htm
de Torres Martínez, M. y otros, 1959 ─1ª edición─, 1961 ─2ª edición─. El regadío murciano, problema nacional. 3ª edición ─2007─ ed. Murcia: Fundación Centro de Estudios Históricos e Investigaciones Locales de la Región de Murcia.
Zabalza
Arbizu, J. Á., 1998. El pensamiento económico de Manuel de
Torres Martínez. 1998
ed. Alicante: Universidad de Alicante.
Disponible en: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/4137/1/Zabalza-Arbizu-Juan-Angel.pdf
[1] En 1964 sus conclusiones guían un informe preparado para la Comisaría del Plan de Desarrollo Económico y Social (Calvo García-Tornel, 2006).
[2] Este enfoque de incrementar las exportaciones agrarias, se ve reflejado en los dos últimos párrafos de la introducción:
«Por estas razones, el plantear en este estudio la ampliación del regadío murciano, no lo hemos planteado como un problema local, aunque afecte y mucho a la Provincia, sino como un problema nacional: la estabilización de la economía española, no puede realizarse sin un aumento de la exportación agraria, y los cultivos de exportación sólo encuentran nuevas tierras en calidad y cantidad en la provincia de Murcia.
En una palabra, el afianzamiento y desarrollo de la economía española, dentro de las directrices actuales, sólo puede lograrse cuando, empleando una imagen gráfica, Murcia se transforme en la Huerta de Europa».
[3] Manuel de Torres Ramírez tuvo prestigio y ascendencia en su época, condecorado con la Orden de Alfonso X el Sabio en 1959. Considerado uno de los introductores del keynesianismo en España, investigó, entre otras cosas, sobre la economía de la agricultura y teorizó sobre la Teoría general del multiplicar, sobre la que además de trabajar y profundizar, se esforzó por difundir en España. Como aplicación práctica de esta teoría, colaboró en los trabajos de la elaboración las primeras tablas Input/Output en España. También dirigió la elaboración de la contabilidad nacional de España a partir de 1954
Un reflejo del reconocimiento alcanzado en vida se tiene en su obituario publicado en ABC:
«Sus ideas sobre política económica, orientados hacia una mayor productividad, se completaban con observaciones sobre el sistema fiscal. Sus múltiples ocupaciones y trabajos, y los análisis teóricos sobre la dimensión óptima de la explotación, provocaron el interés de los estudiosos en materias económicas.
Profundo investigador de las fuentes de riqueza de nuestro país, el doctor De Torres, por sus méritos y sus conocimientos, se había convertido en una prestigiosa figura de la economía española.
Había estudiado en Bolonia, donde se doctoró en Derecho, y también desempeñó el cargo de decano de la Facultad de ciencias Políticas y Económicas de Madrid. Entre otras condecoraciones, había sido distinguido con la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio.” (ABC, 1960)
En la tesis El pensamiento económico de Manuel de Torres Martínez (Zabalza Arbizu, 1998) se muestra una visión amplia de su obra.
[4] De la página 54 de la tercera edición:
«Es indiscutible que para el logro de los objetivos señalados resulta del máximo interés establecer una determinada prioridad para las inversiones d los nuevos regadíos del Levante, ya que, a través de ellas pueden conseguirse mayores producciones para el mercado interior y mayores excedentes exportables que tiendan a corregir primero y eliminar después el desequilibrio del sistema y en especial el que presenta la balanza de pagos.
Un ejemplo puede aclarar estas ideas: supongamos que adoptado un plan de trasvase hacia Levante, quedara afectado el caudal del río Tajo en la cantidad de agua necesaria para regar 100 000 hectáreas en Murcia, cantidad que al desviarse hacia esta provincia obligaría a disminuir los planes reales o potenciales de aprovechamiento de la cuenca natural del Tajo. Suponiendo que las pérdidas por conducción hasta situar el agua en los nuevos regadíos de ambas zonas fueran iguales, es evidente que habría que reducir los planes, por ejemplo en la provincia de Toledo, en otras tantas hectáreas».